¿Sabías que?........
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Narcís Monturiol, pionero de la navegación submarina, nació el 28 de septiembre de 1819 en Figueras, ciudad situada en el noreste de Cataluña, en plena Costa Brava.
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Célebre por la invención del primer submarino tripulado e impulsado por una forma temprana de propulsión autónoma con un motor químico anaeróbico, llamado Ictíneo.
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Fue un ingeniero, intelectual, impresor, editor, pintor, político e inventor catalán.
Narcís Monturiol Estarriol, fue uno de los grandes inventores relacionados con el submarino, nació en el seno de una familia de artesanos; su padre era botero (fabricante de barriles, toneles también llamados «botas»). Actuó en la política, la ciencia y la técnica. Sus principales proyectos fueron el barco-pez o submarino con el nombre Ictíneo.
El Ictíneo I
En 1858, una vez conseguidos los primeros fondos, presentó su proyecto en un opúsculo titulado El Ictíneo o barco-pez.10 Su primer submarino, el Ictíneo I, fue botado en el Puerto de Barcelona el 28 de junio de 1859, y tras una serie de inmersiones en privado, hizo su presentación pública el 23 de septiembre.
Ante accionistas, prensa y público en general logró hacer navegar el barco completamente sumergido durante 2 horas y 20 minutos a una profundidad de 20 m, y hacerlo volver a la superficie.Las pruebas oficiales se llevarían a cabo en el puerto de Alicante el 7 de marzo de 1861, con presencia de autoridades de la Marina; el gobierno de Isabel II nombró a varias comisiones de estudio con vistas a ofrecer una ayuda al proyecto que nunca llegó, a pesar del entusiasmo popular y el apoyo de las Sociedades Económicas de Amigos del País. Como consecuencia, Monturiol escribió una carta a la ciudadanía, animando a una suscripción nacional, con la que consiguió 300.000 pesetas de los ciudadanos españoles. Con el capital obtenido, se constituyó la empresa La Navegación Submarina con el proyecto de desarrollar el Ictíneo II
El Ictíneo II
Atrajo un cierto interés de las altas instancias militares. Este nuevo submarino, que estaba dotado de un sistema de propulsión anaeróbica, fue botado en el puerto de Barcelona el 2 de octubre de 1864. A pesar de estos éxitos, en 1867 su compañía quebró y, ante la falta de apoyo, Monturiol decidió desmantelar el submarino y abandonar el proyecto. Quedan, sin embargo, los escritos editados durante su desarrollo, y póstumo ensayo sobre el arte de navegar bajo el agua.
¿Quieres conocer su biografía y los otros inventos?
Como habíamos expresado al inicio, nació en el seno de una familia de artesanos; su padre era botero (fabricante de barriles, toneles también llamados «botas»), y el negocio paterno le dio la oportunidad de conocer los procedimientos relacionados con la impermeabilidad. Inició estudios de medicina en Cervera (Lérida), que decidió abandonar y cursó la carrera de derecho en Barcelona, donde se licenció en 1845.
En lugar de ejercer su carrera, prefirió dedicarse en principio a la política, y más tarde a la ciencia y la técnica. En un primer momento se interesó por el socialismo utópico, y en particular por las ideas de Étienne Cabet, con el que mantuvo correspondencia.
Junto con Abdón Terradas, Anselm Clavé y Ceferino Tresserra se convirtió en uno de los principales representantes de la corriente cabetiana en España; en 1846 —año en que se casó con su esposa Emilia— y tras aprender el oficio de cajista, fundó una imprenta desde la que divulgó los ideales icarianos, en particular a través de la revista La Fraternidad (1847-1848), primera publicación periódica comunista española. En sus páginas publicó una traducción al español de la novela de Cabet Voyage et aventures de lord William Carisdall en Icarie (1840), como El Viaje a la Icaria (1848) entre él y su amigo Francisco José Orellana, para impulsar posteriormente la creación de una comunidad cabetiana en Barcelona, con el nombre de la isla que inspiró la novela.
También fundó la revista “La Madre de Familia” (1846), en la que difundió los aspectos más conservadores del comunismo igualitario de Cabet; y coeditó, con Juan Landa, la serie Hombres y mujeres célebres de todos los tiempos. Su amistad con Ildefonso Cerdá le llevó a afiliarse al Partido Republicano y a ejercer de redactor de El Republicano.
Tras la Revolución de 1848, el gobierno cerró La Fraternidad y Monturiol debió exiliarse en Francia. En 1849, acogido a una amnistía, regresó para fundar una nueva revista, El Padre de Familia (1849-1850), con el lema «instruíos, moralizaos» destinada a elevar el nivel cultural de las clases desfavorecidas; pero el gobierno le impidió el activismo editorial y dirigió su atención hacia la ciencia y la ingeniería, mientras para sobrevivir imprimió material educativo. Sin embargo, volvió a retomar su actividad editora en 1864 con la publicación del Almanaque democrático, junto con Anselm Clavé.
Refugiado en Cadaqués a causa de sus actividades políticas, donde se ganó la vida como pintor, observó la difícil y peligrosa labor de los recolectores de coral. Esto le llevó a reflexionar sobre las posibilidades de la navegación submarina y, cuando volvió a Barcelona, en septiembre de 1857 organizó, con amigos ampurdaneses, la primera sociedad comercial de España dedicada a la explotación de este tipo de navegación con el nombre de Monturiol, Font, Altadill y Cía., dotada con un capital de 10.000 pesetas.
A partir de 1868 regresó a la actividad política. Como miembro del Partido Federal, fue diputado por Manresa a las Cortes Constituyentes de la Primera República Española en 1873 y, poco después, nombrado director de la “Fábrica Nacional de Moneda y Timbre”, con sede en Madrid, cargo que ejerció durante los meses que perduró el régimen republicano y donde puso en práctica un proceso de su invención para incrementar la velocidad de producción de papel adhesivo.
Las otras invenciones suyas fueron:
- Una máquina para hacer cartapacios,
- Una máquina para hacer cigarrillos (la única que patentó, en 1866),
- Unos piensos para conejos hechos a partir de madera de sauce,
- Un procedimiento de fabricación de jabón en frío,
- Unas suelas de zapatos sintéticas,
- Una cola líquida para madera,
- Unas camisas para cilindros de motor,
- Un betún para zapatos,
- Un velógrafo o aparato destinado a la obtención de copias de un original escrito o dibujado,
- Un proyecto de un tranvía funicular para Tarragona,
- Un proyecto para llevar a Barcelona las aguas del Ter,
- Un receptor giratorio de vapor, y
- Un sistema de conservación de carnes, entre otras.
En 1882 todavía publicó el diario, “El Anunciador Financiero”. Murió en 1885, a sus 66 años, arruinado y completamente olvidado, en San Martín de Provensals, una antigua población actualmente agregada en Barcelona, donde en los años 1846-1847 un grupo de cabetianos catalanes habían fundado una comunidad icariana. Fue enterrado en el Cementerio Este de Barcelona.
Fuentes: Enciclopedia catalana/InventoseInventores/ Viquipèdia