El transporte de madera por cursos fluviales....
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Historia, tradición, trabajo, competición y deporte
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Referencias y menciones en todo el mundo
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En Cataluña la fuerza de Noguera Pallaresa y la Ribera del Segre
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Referencias a partir de los siglos IX y X
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Esfuerzo y reconocimiento que ya se Patrimonio Cultural
El oficio de raier –transporte fluvial de madera- ha sido declarado Patrimonio Cultural Inmaterial por la Unesco en la 17.ª reunión del Comité Intergubernamental por la salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial que se celebra a Rabat (Marruecos). En la misma reunión, también fueron declarados los toques manuales de campana.
La Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural promueve la protección de elementos como las tradiciones y expresiones orales, las artes del espectáculo, las prácticas sociales, rituales y celebraciones festivas, los conocimientos y las prácticas relacionados con la natura y el universo y las técnicas artesanales tradicionales. Se considera que estos elementos constituyen un patrimonio vivo que, transmitido de generación en generación, aportan en las comunidades y a los grupos que los practican un sentimiento de identidad y continuidad considerado esencial para el respecto de la diversidad cultural y de la creatividad humana.
Esta declaración como Patrimonio Cultural Inmaterial (UNESCO) se añade a las otros elementos patrimoniales catalanes: el arte de la piedra seca, las fiestas del fuego en los Pirineos, la metodología para el inventario del patrimonio cultural inmaterial a las reservas de la bioesfera: la experiencia del Montseny, los castillos y la Patum.
En la candidatura del oficio de los raiers -transporte fluvial de madera-, Polonia ha liderado los trabajos de confección del dosier con los ministerios de cultura de Austria, Alemania, Letonia, Chequia y el Estado español que, al mismo tiempo, se ha coordinado con las comunidades autónomas implicadas (Cataluña, Navarra, Aragón, País Valenciano y Castilla-La Mancha). Desde Cataluña, el Departamento de Cultura -a través del Servicio de Investigación y Protección de la Dirección General de Cultura Popular y Asociacionismo Cultural- ha llevado a cabo la tarea de coordinación con las entidades representativas de este sector, la Asociación Cultural de los Raiers de la Noguera Pallaresa y la Asociación Cultural de los Raiers de la Ribera del Segre.
El oficio de los raiers, del cual se pueden encontrar referencias y menciones en todo el mundo desde la antigüedad, consistía en el transporte de madera por cursos fluviales, aprovechando la corriente de agua.
Esta tarea se hacía principalmente mediante balsas, embarcaciones efímeras construidas para llevar a cabo su transporte con tramos de troncos de madera unidos en paralelo y guiadas por dos personas. Históricamente las balsas eran a la vez embarcación y mercancía cuando el transporte de madera respondía a motivos económicos.
Los raiers catalanes descendían por los ríos pirenaicos finos llegar a la Pobla de Segur, Tremp, Balaguer, Lleida, Tortosa o Amposta, principalmente, dependiendo del curso fluvial que siguieran. Se puede encontrar referencias en este sistema de transporte a partir de los siglos IX y X.
A partir de las primeras décadas del siglo XX, con la construcción de presas hidroeléctricas y la generalización otras alternativas de transporte -fundamentalmente por carretera- esta actividad aconteció poco rentable y por eso los comerciantes de madera fueron abandonando progresivamente el transporte fluvial. La última balsa activa en el Pirineo catalán bajó por el río Segre en 1932-1933.
El año 1972 se llevó a cabo una primera experiencia de recuperación festiva consistente en una bajada de balsas por un pequeño tramo de la Noguera Pallaresa, descenso que a partir de 1979 se realiza anualmente bajo el nombre de la Fiesta de los Raiers. La Asociación Cultural de los Raiers de la Noguera Pallaresa es la entidad que organiza este acontecimiento. A cuestas de Nargó, en 1982 se rindió el primer homenaje a los raiers que todavía eran vivos.
La idea fue recuperada en 1989 y la fiesta se celebra cada año desde entonces, organizada por la Asociación Cultural de los Raiers de la Ribera del Segre.
La actividad raiera -transporte fluvial de madera- ha estado presente particularmente en los ríos del Pirineo catalán pero también en otros punto del Estado español y de Europa con nombres muy diversos. La candidatura internacional se ha presentado bajo su denominación en inglés "timber rafting".