Importancia de Tarraco en el Occidente romano...
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Un descubrimiento de 1923 en Tarragona
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La Necrópolis Paleocristiana
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Con más de 2.000 tumbas
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La rehabilitación empezará el 2024
Actividades para todos los públicos para celebrar los 100 años del descubrimiento de la necrópolis paleocristiana de Tarraco.
En 1923 los trabajos de construcción de la Fábrica de Tabacos, en Tarragona, pusieron al descubierto una necrópolis paleocristiana que resultó ser el área funeraria tardorromana a cielo abierto más importante del Occidente romano, con más de 2.000 tumbas que abarcan desde el siglo III hasta la época visigótica.
Cien años después, se inicia la conmemoración del centenario del descubrimiento de la Necrópolis Paleocristiana de Tarragona, que durará todo el año 2023.
La celebración
El pistoletazo de salida se realizó el domingo, 26 de febrero, con una dramatización de textos clásicos latinos y una cata de alimentos de los banquetes de los ritos funerarios romanos.
Se ha diseñado una programación diversa que incluirá una exposición fotográfica en los jardines de la Necrópolis, actividades de reconstrucción histórica y jornadas de divulgación.
Rehabilitación de la necrópolis
La necrópolis está incluida en el Conjunto Arqueológico de Tarraco, inscrito en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco desde el año 2000.
Se invertirán siete millones en la rehabilitación. La inversión está financiada por los fondos europeos Next Generation.
Durante 2023 se hará el concurso de ideas para la redacción del proyecto y se prevé que las obras se inicien en 2024, para alcanzar el objetivo que estén ejecutadas en junio de 2026.
Historia del yacimiento
Los trabajos de construcción de la Fábrica de Tabacos, en 1923, pusieron al descubierto unos restos arqueológicos, entre los que destacaba una extensa necrópolis de los primeros romanos cristianos, de entre los siglos III-V d. Este cementerio formaba parte de un suburbio fuera de las murallas a orillas del río Francolí.
El área de entierros fue excavada en gran parte por el Sr. Joan Serra i Vilaró, entre los años 1926 y 1931. Con la voluntad de preservar y mostrar parte de los restos se erigió un museo monográfico en 1930, dedicado a explicar la Necrópolis . En 1971 las excavaciones se cubrieron con un sistema de cúpulas diseñadas por Emilio Pérez Piñero..