"Hay personas tan inconscientes que pueden hacer cualquier cosa por mantener su poder, su respetabilidad; aunque esto signifique volar el mundo. Pueden poner en riesgo lo que sea para salvar su ego. Y, claro, estas son las personas que alcanzan los puestos de poder, porque son las que lo persiguen".
“…Ninguna persona inteligente, creativa, busca poder. Ninguna persona inteligente tiene interés en dominar a los demás.” Osho en su libro Poder, Política y Cambio, Editorial Diana, Primera Edición (Colombia), mayo de 2014.
Podemos o no compartir estos criterios expresados por Osho,
pero si analizamos desde Hitler, Stalin, Mussolini, Franco, los Castro, Chávez, Maduro, Perón, Pinochet, los Kirchner, los presidentes de los gobiernos del llamado Socialismo del Siglo XXI y más, veremos que todos ellos hicieron de todo para aferrarse e imponer su poder y controlar sus países.
Unos los destruyeron totalmente, casos Hitler, Mussolini, Chávez, Maduro y más. Otros destruyeron la democracia, corrompieron, controlaron todos los poderes, limitaron las libertades y asesinaron con varias fórmulas.
El balance de muchos de estos gobiernos deja saldos negativos, heridas profundas, destrucción, pobreza, alta corrupción y cuando tienen algunos logros como el económico, estos se alcanzaron con precios de sangre y sacrificando libertades y otros valores y condiciones de vida.
Son personajes enfermos, desequilibrados, cuyos egos ofuscan sus mentes, no escuchan, no dialogan, no respetan ninguna norma, ni las que ellos mismos imponen, si por alguna circunstancia no les conviene o favorece.
Dejan sociedades y países divididos, enfrentados y, en algunos casos como mencionamos, destrozados.
Por lo expuesto, debemos reflexionar y analizar sus comportamientos y actuaciones no dejarnos seducir por sus falsas promesas y sus ofertas que desbordan la lógica del funcionamiento real, el respeto de las libertades y derechos humanos, la separación de poderes y los manejos económicos responsables, sin demagogia o teorías, administrativas de su propia invención, para cubrir su incapacidad y sus gigantescos errores que han destruido sus países.
No aceptar regalos de panes el día de hoy que se transformarán en hambre permanente en el mañana. Las dádivas de los gobernantes con egos enfermizos solo quieren tus votos y tus aplausos para perpetuarse en el poder y manejar los países como si fueran sus reinos, con súbditos o esclavos y no con ciudadanos libres y pensantes.
Muchas veces los pueblos para aprender debemos sufrir y vivir bajo estos regímenes destructivos, pero no solo aprender, sino además enseñar a las nuevas generaciones las lecciones de la historia y exigir a los nuevos gobernantes corregir todos los errores y devolvernos la democracia, la dignidad, la libertad, la justicia social y los equilibrios