"El temor es un educador de gran sagacidad y el heraldo de todas las revoluciones".
Ralph W. Emerson
"El miedo es la madre de la moralidad".
Friedrich Nietzsche
Como lo expresa el primer pensamiento de esta reflexión, el temor es un educador y en los tiempos que vivimos, el maestro es un microscópico virus de nombre real, el coronavirus.
Este virus ha despertado a la humanidad y por primera vez, que yo tenga conocimiento, hemos tomado conciencia global de algo que nos afecta a todos como humanidad, y entender que nuestra civilización y estilo de vida basada en el dios dinero y el poder del mismo y sus gigantescos armamentos de destrucción masiva, son insignificantes frente a los daños y muertes que ocasiona el virus.
Este sacudón, con reflexiones profundas que circulan en las redes sociales, evidencia un cambio positivo en la humanidad que acaba de surgir con una nueva conciencia, con menos soberbia y banalidad, y más humildad, volviendo en muchos casos sus ojos y pensamientos a Dios y entendiendo las limitaciones que tenemos y la solidaridad que nos debemos unos a otros sin consideraciones de raza, edad, creencias religiosas, situación económica y todas las que usted amable lector, quiera añadir.
El miedo también ha generado comentarios y criterios sobre el virus, indicando que este es una creación humana para reducir la población, especialmente de los adultos mayores que cuestan a los estados muchos gastos, que reclaman los adoradores del dios dinero para satisfacer sus ambiciones e intereses.
También se dice que es un arma biológica de destrucción masiva para un nuevo orden y gobierno mundial, y una prueba para ver cómo nos comportamos los humanos en todos los lugares del mundo ante el arma de control por excelencia: el miedo.
Así, ellos podrán controlar el mundo, imponer sus leyes, esclavizarnos según sus planes, y controlar la población mundial a su antojo según las selecciones que hagan en función de sus intereses.
Lo que olvidan, es que el ser humano habita en diversas zonas del planeta y que como ejemplo, probablemente la vacuna "definitiva" contra el covid-19 la desarrolle y entregue un pequeño país como Israel en competencia con China y otros, siendo esto ejemplo de que el poderío militar y poblacional no gana al científico de los pequeños países, y que de ser ciertos sus maléficos planes, pueden ser destruidos por pequeños estados, pero sobre todo por la fe en Dios y la fortaleza enorme que inspira en sus seguidores de varias religiones que defienden la vida y los valores humanos y que rechazan al dios dinero, el poder y riqueza que se utilicen para fines satánicos. ..
Tenemos fe y estamos viviendo en los hechos y reacciones el nacimiento de una nueva humanidad solidaria a nivel mundial, más responsable y humilde, con el planeta, la vida, el cuidado de todos y de los procesos de desarrollo, el respeto a la diversidad, a la mujer, a los niños y nos hace superar los miedos a que nos puedan esclavizar y perder nuestras libertades.