Qué hacer……..
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Para que no nos duela
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De compras
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Recuerda cómo llevar la compra correctamente
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Estiramientos para proteger la espalda
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Consejos sencillos y sugerencias
El dolor de espalda es muy común en personas de todas las edades. Algunas actividades cotidianas, como ir la compra, puede contribuir a empeorarlo si no tenemos en cuenta algunas sencillas pautas relacionadas, sobre todo, con la manera en la que llevamos la carga. Además, para prevenir dolor de espalda tras hacer la compra, realizar unos sencillos estiramientos al llegar a casa puede ayudarnos a evitar esas molestias que merman nuestra calidad de vida, especialmente en personas de edad avanzada.
Algo que deberíamos tomarnos en serio, dado que, según datos que maneja TK Home Solutions, casi dos de cada diez españoles sufren dolores cervicales y, otros tantos, problemas lumbares.
Llevar la compra de forma correcta
Distribuir el peso uniformemente
Hay que distribuir la compra en varias bolsas. Cargar una bolsa con mucho peso desequilibra la postura y ejerce una presión desigual sobre la espalda.
Usar ambas manos
Siempre que sea posible, utilizar ambas manos para llevar las bolsas. Esto ayudará a mantener el equilibrio y reducirá la tensión en los músculos de la espalda y los hombros.
Mantener una postura correcta
Al levantar las bolsas del suelo o desde el maletero del coche, conviene flexionar las rodillas en lugar de doblar la espalda. Mantener la espalda recta mientras se levantan las bolsas reduce la tensión en la columna vertebral y los músculos lumbares.
Utilizar bolsas adecuadas
Es mejor optar por bolsas de la compra que tengan asas resistentes y acolchadas, lo que ayudará a llevar el peso de manera más cómoda y reducirá la presión sobre manos y hombros.
Hacer varios viajes
Cuando hay que transportar muchas bolsas u objetos pesados, mejor hacer varios viajes para llevar la compra a casa en lugar de intentar cargar con todo el peso de una sola vez. De esta manera estaremos evitando el riesgo de lesiones.
Utilizar carritos de la compra
Conviene usar un carrito de la compra para transportar las bolsas en lugar de llevarlas a mano. Para que la espalda no sufra, es mejor empujar el carrito delante de ti que tirar de él llevándolo detrás.
Cómo elegir el mejor carrito de la compra
Elegir correctamente el carrito de la compra puede ser clave para prevenir o reducir los dolores de espalda a largo plazo. Estas son algunas cosas que tener en cuenta:
Altura y ajuste del mango: existen carritos con un mango ajustable para personalizar la altura en función de cada persona, lo que ayuda a mantener una postura ergonómica al empujarlo, evitando la necesidad de estirarse o inclinarse hacia adelante.
Estabilidad y calidad de las ruedas: las ruedas deben ser robustas y estables para que puedan moverse fácilmente sobre diferentes tipos de superficies, como pavimento, baldosas o alfombras. Las de mayor tamaño ofrecen estabilidad y un desplazamiento más suave, pero hay carritos que combinan ruedas grandes y pequeñas, o que presentan un movimiento giratorio que facilita subir y bajar escaleras.
Capacidad de carga: el carrito debe tener una capacidad de carga adecuada para las necesidades de compra habituales. Hay que asegurarse de que pueda soportar el peso de los artículos sin deformarse ni volverse inestable.
Material y peso del carrito: el aluminio o el acero inoxidable son materiales duraderos y ligeros. Un carrito liviano es más fácil de maniobrar y de transportar, especialmente cuando hay que subir escaleras o hay que plegarlo.
Tamaño y diseño: el compartimento de almacenamiento del carrito debe ser lo suficientemente grande. También hay que valorar la necesidad de bolsillos o compartimentos adicionales para organizar las compras de una manera más eficiente.
Facilidad de plegado y almacenamiento: optar por un carrito que ocupe poco espacio y, sobre todo, que se pueda plegar fácilmente cuando no esté en uso.
Diseño ergonómico y confort: a la hora de comprar el carrito hay que fijarse en aspectos como el diseño ergonómico del mango y la comodidad de agarre. Un mango acolchado y ergonómico reducirá la fatiga de las manos y los brazos durante períodos prolongados de uso.
Estirar los músculos y así aliviar la tensión
Para mantener una espalda sana, después de realizar la compra conviene dedicar unos minutos a estirar los músculos y así aliviar la tensión acumulada. Algunos de los estiramientos más sencillos y efectivos para relajar la espalda, los hombros y las piernas, reduciendo la probabilidad de sufrir dolor o tener una lesión relacionada con la tensión muscular:
- Para la espalda baja: sentarse en el suelo con las piernas extendidas y luego inclinarse lentamente hacia adelante, manteniendo la espalda recta. Este movimiento ayuda a estirar los músculos de la parte posterior de las piernas y la parte baja de la espalda.
- Para los hombros y la parte superior de la espalda: entrelazar los dedos detrás de la espalda, estirar los brazos y levantarlos suavemente hacia arriba. Este estiramiento proporciona un alivio eficaz para los músculos de los hombros y la parte superior de la espalda, que pueden estar tensos después de cargar bolsas o empujar un carrito de la compra.
Es importante realizar estos estiramientos con suavidad y prestar atención a las sensaciones que se experimentan. Conviene mantener cada estiramiento durante unos segundos, mientras se respira profundamente para permitir que los músculos se relajen y se estiren de manera segura. Nunca hay que forzar los estiramientos más allá del límite de confort de cada persona, evitando cualquier movimiento que cause dolor o incomodidad.
Otros consejos
Mejorar los hábitos de compra reduce significativamente el riesgo de sufrir dolor de espalda. Estos son algunos aspectos que se pueden tener en cuenta:
Utilizar dispositivos de ayuda
Si padecemos de la espalda es conveniente considerar el uso de dispositivos de ayuda como carritos de la compra que se reconvierten en andador con asiento. Estos dispositivos reducen la carga sobre la espalda y hombros, especialmente si hay que caminar largas distancias o llevar objetos pesados.
Organizar la lista de la compra
Planificar lo que tenemos que comprar con antelación permite no adquirir más productos de lo necesario y organizar las compras a lo largo de la semana, para no transportar varios artículos pesados en un mismo día.
Colocar bien los productos en el carrito
Los objetos más pesados o voluminosos deben estar situados en la parte inferior. Distribuir el peso de manera uniforme ayuda a mantener la estabilidad del carrito y reduce la tensión en la espalda.
Llevar las bolsas adecuadamente
El peso de la compra debe estar repartido de manera equitativa entre ambas manos y las bolsas deben llevarse lo más pegadas posibles al tronco, ya que así se evitan los desequilibrios musculares.
Hacer pausas en el camino
Si se transporta una compra con muchos artículos o se llevan objetos pesados, lo mejor es hacer varias pausas para descansar y estirar los músculos. Tras caminar un poco depositar las bolsas en el suelo flexionando las piernas. Después, soltar la tensión de los brazos y relajar la espalda antes de continuar andando.
Mantener una postura adecuada
Durante la compra, hay que prestar atención a la postura y evitar encorvarse o inclinarse hacia adelante mientras se levantan objetos. Por el contrario, hay que mantener la espalda recta y los hombros relajados para evitar dolores musculares y prevenir lesiones.
Pedir ayuda cuando sea necesario
Si se necesita ayuda para levantar objetos pesados o alcanzar productos en estantes altos, no hay que dudar en pedir ayuda a un empleado del establecimiento. Nunca hay que intentar cargar con más peso del que uno cree que puede manejar de manera segura.
Leandro Palomo, responsable de Salud y Seguridad de TK Home Solutions, comenta: ”Adoptar hábitos ergonómicos a la hora de comprar, y en general en todas las facetas de nuestra vida, ayuda a prevenir o reducir los dolores de espalda, algo de gran importancia especialmente en los mayores. En personas con problemas de movilidad, cualquier ayuda siempre es bienvenida. La instalación de un salvaescaleras en el hogar, por ejemplo, puede ser la diferencia entre que una persona tenga o no más autonomía, algo imprescindible para mantener un buen estado de ánimo y reducir los dolores que causan un impacto negativo en la calidad de vida”.