Cataluña y el Patrimonio Arquitectónico....
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Torre que replica La Giralda
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Patio de Leones
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Salón de los Embajadores de la Alhambra
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120 años de su construcción
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Un atractivo turístico e histórico en l'Arboç
En l'Arboç tenemos una réplica de La Giralda de Sevilla. Un edificio de estilo árabe donde predominan los arcos de herradura, los lobulados y los arabescos, construido entre 1899 y 1902. Es parte del Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña.
El edicicio e historia
De estilo árabe, está compuesto por una torre, réplica de la Giralda de Sevilla. Tiene una estructura cuadrangular de tres plantas y abierta por el centro donde se puede ver el patio de los leones y las habitaciones de la casa. A mano izquierda, comunicando con el patio de los leones, hay la réplica del Salón de los Embajadores de la Alhambra de Granada.
Todo este conjunto es rodeado por un enorme parque natural cerrado mediante un muro de piedra. En cuanto a la vivienda hay que decir que todos los bajos del edificio son bodegas. Encima hay la planta baja, el piso noble y por último un cuarto piso dedicado al servicio de la casa. Dentro del edificio predominan los arcos de herradura, los lobulados y los arabescos. Los materiales son también los mismos que se utilizaron para la construcción del original (láminas de oro, etc.).
Las obras del edificio empezaron en 1899 sobre unos solares que habían sido las huertas de la "Casa de la Pó". El constructor del edificio fue Joan Roquer Marí, hijo tercero de la familia Roquer, que habitaba frente a la iglesia, y que tenía un negocio de licores (los Licores Roquer). J. Roquer, muy aficionado a la fotografía y arquitecto de oficio, se casó con una barcelonesa, Sra. Negrevernis. El matrimonio heredó en el ninguno de unos años la fortuna de una tía de la esposa. Con el dinero J. Roquer financió parte de la construcción del Teatro Romea de Barcelona. Además, como que el matrimonio había hecho su viaje de novios por Andalucía y quedó enamorado de las bellezas de aquellas tierras, decidió invertir su dinero y hacer una fiel reproducción, en l'Arboç, de las maravillas que los habían impresionado más.
Las obras y los planos fueron dirigidos por el propio Roquer, con la ayuda del constructor de obras Antoni Feliu Tetas, que había dirigido las obras de la casa Batet. El edificio fue acabado el 1902. El coste de las obras fue de unas seiscientas a setecientas mil pesetas.
Durante la Guerra Civil sirvió de cuartel para los pilotos de aviación, así como para intendencia de víveres. Más adelante, el edificio fue comprado por la familia Bascompte (1941). Posteriormente fue propiedad del Sr. Ando y el Sr. Molera.