La comprensión lectora depende de diversos factores....
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La escuela enseña a leer
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Lectura desde el entorno familiar
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El mejor aliado de la lectura para hijos e hijas
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Entender lo que leen es muy importante
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El programa Lecxit es un buen aliado
En Cataluña, el 11,2% de los niños no comprende lo que lee cuando finaliza la primaria y 1 de cada 4 acaba con un nivel bajo o medio-bajo en competencia lingüística: a pesar de que en la escuela se enseña bien a leer, la comprensión lectora depende también de otros factores, de los cuales destacan el clima lector y del acompañamiento familiar que reciba el niño desde casa (leer cuentos en familia, cantar canciones, explicar historias, hacer juegos de palabras…).
Entendiendo que un bajo nivel de comprensión lectora conduce a un bajo rendimiento académico, es necesario implementar medidas que capaciten a las familias con menos recursos para que acompañen a sus hijos e hijas en el proceso de aprendizaje y descubrimiento de la lectura.
Desde el programa LECXIT hacemos un llamado a escuelas, bibliotecas, AFA y entidades sociales a reforzar la competencia lectora y el goce por la lectura desde el entorno familiar. Para hacerlo ponemos al alcance de los agentes que trabajan con las familias un modelo para mejorar las capacidades parentales en la promoción lectora, para que las familias se conviertan en las mejores aliadas de la lectura para sus hijos e hijas..
«Hay que dar herramientas a las familias para que se sientan fuertes
en el acompañamiento lector de los niños y niñas»
Ser espacio Lecxit
Eres una escuela, biblioteca o entidad social y ¿quieres que los niños potencien su gusto por la lectura con el acompañamiento de una persona voluntaria?. ¿Quieres potenciar la comprensión lectora de los niños?, ¿Quieres contribuir a hacer que la ciudadanía se agrupe alrededor de un proyecto educativo?
Desde el proyecto Lecxit os proponemos poner al alcance de todos los niños y niñas la pasión por la lectura y así fomentar el hábito que garantice su éxito educativo y social. Dotándolos de un acompañamiento lector haremos que se sientan seguros y crean en sus potencialidades
Preguntas y respuestas......
¿Qué supone para un niño tener un bajo nivel de comprensión lectora?
Tener un bajo nivel de comprensión lectora implica que alguna de las habilidades necesarias para descifrar el código escrito no se despliega adecuadamente, de forma que se pierde la comprensión de la información que se está leyendo. Tenemos que pensar que la lengua es el eje vertebrador de todos los aprendizajes, la necesitamos para comunicarnos oralmente, para leer enunciados, para lograr los aprendizajes curriculares, para transcribir resultados, etc. Por lo tanto, es la base sobre la cual se fundamenta la vida académica de las personas.
Cuando un niño no es un lector competente por la falta de comprensión lectora, puede llegar a sentir poca autoestima, puede tener un autoconcepto negativo como alumno que le puede hacer mostrar un rechazo hacia la escuela y su entorno y, si la dificultad persiste, con el tiempo, puede llegar a sufrir problemas de socialización.
Esta baja comprensión lectora puede implicar situaciones como el fracaso escolar, el analfabetismo funcional, la incapacidad de ser crítico en situaciones en que la lectura tiene un papel fundamental, la dificultad de acceso a la cultura, e incluso, el riesgo de exclusión social por la carencia de habilidades en la hora de incorporarse en el mundo laboral.
¿Por qué hay un 14,3% de alumnos que finalizan primaria sin entender lo que leen?
Desde la escuela tenemos un papel importante en el aprendizaje de la lectura que no siempre hacemos bien, porque todavía arrastramos metodologías muy tradicionales que continúan intentando enseñar una técnica en lugar de facilitar un aprendizaje significativo y contextualizado. Esta técnica se basa en el trazo de las grafías, por un lado, y en la oralització de estas grafías, por otro lado. A partir de aquí, representa que los niños, de manera natural, tienen que entrelazarlo y comprenderlo, y es evidente que no siempre es así.
Tenemos que partir de la base que a leer y a escribir no se enseña, sino que se aprende. Pero para poder aprender hace falta tiempo, paciencia y dedicación y acompañamiento del adulto, pero ya sabemos cómo está el sistema de comprimido y la falta de recursos humanos que tenemos los docentes, por no hablar de las ratios imposibles que dificultan enormemente la atención personalizada, una estrategia básica en las primeras etapas de este aprendizaje troncal que es la lectura.
La escuela es clave en este aprendizaje, pero no suficiente. ¿Qué otros agentes educativos hay que movilizar? ¿Cómo se puede hacer?
El primer agente de alfabetización en la vida de un niño es su familia, con ella aprende todo aquello que le será básico para vivir y convivir: andar, comer, hablar, escuchar, controlar los esfínteres, etc. La familia es la estructura que nos introduce en las convenciones sociales y culturales del grupo generacional al cual pertenecemos, pero la situación ideal es que interaccione con otras posibilidades que nos ofrece el sistema para acompañar más y mejor los niños.
Además de la escuela, afortunadamente, ya hay una buena red con varios agentes educativos, pero no siempre es suficientes valorada o se saca el provecho que nos ofrece. Es necesaria la implicación de las familias porque son las que tienen potestad sobre los niños para decidir, por eso la red tiene que continuar trabajando para fortalecerse y comunicarse de forma que cada vez llegue a más niños y familias.
¿En este sentido, el trabajo con la comunidad es estratégico. De qué manera podemos implicarla??
Hay un proverbio africano que dice que para educar un niño hace falta toda una tribu. Ciertamente, la red es muy importante, no basta con el binomio familia-escuela, hay muy otras agentes de formación no reglada que son estratégicos para el acompañamiento lector de los niños: actividades extraescolares, bibliotecas públicas, esparcimientos, madrigueras, etc. Como red, tenemos que trabajar para conseguir ampliar la formación y la difusión en las familias, favoreciendo así la implicación e intentando salvar las rendijas en función de la situación socioeconómica de los usuarios.
La biblioteca escolar ¿podría ser un ejemplo de iniciativa que puede servir como puerta de apertura a la comunidad y a las familias?
Efectivamente, las bibliotecas escolares serían una herramienta muy efectiva para favorecer esta apertura en la comunidad y a las familias. Nos hay que andar mucho en esta dirección, pero los recursos necesarios no llegan. Si pudiéramos disponer de buenas instalaciones y corpus adecuados, abrir estos espacios al exterior y facilitar el acceso fuera del horario estrictamente lectivo, sería un paso importante, tanto en las escuelas de primaria como en los institutos de secundaria.
La Ley de educación establece que los centros educativos tienen que tener biblioteca y personal calificado para atenderla, pero desgraciadamente a menudo no se cumple por falta de recursos económicos y humanos.
¿Alguna otra iniciativa que desde las escuelas se puede trabajar?
Desde las escuelas ya se proponen charlas, formaciones a los maestros, claustros pedagógicos, pero nos falta poder llegar mejor a las familias para favorecer este binomio imprescindible en el acompañamiento del aprendizaje de la lectura de los niños.
Ante este falta de recursos, ¿hace falta una implicación más grande por parte de los responsables políticos?
Recursos faltan, y muchos. Una de las pocas cosas buenas que nos llevó la pandemia en las escuelas fue la reducción de las ratios (proporción de alumnas por cada maestro), y, en cambio, fue la primera medida que el Departamento sacó. También sería conveniente ampliar el personal que atiende en las bibliotecas públicas, que actualmente están en condiciones laborales complicadas porque no se cubren las bajas, y poder así también ampliar los horarios de apertura. Si queremos asociar el goce y el fomento de la lectura ligado también al ocio, falta accesibilidad a estas instituciones en algunos momentos. Las bibliotecas públicas tienen un amplio abanico de espacios y servicios, y si la accesibilidad es fácil en fines de semana, por ejemplo, facilita este acceso desde el ocio.
Queda claro que el papel de la familia es básico en este proceso, pero ¿que puede hacer para desarrollar el gusto por la lectura y el hábito de leer de los niños?
Sí, la familia es básica, el acompañamiento fuera de la escuela es esencial. El primero que tenemos que hacer familia y escuela es ser un modelo. Los niños actúan por imitación, de forma que si ven el adulto leyendo o escribiendo, actuarán del mismo modo, porque desde la cuna entienden que es una convención social.
La familia no tiene que ofrecer enseñanza programada, sino un ambiente familiar rico en situaciones de lectura y escritura. Los niños tienen que ver como los adultos leen, tenemos que entrar a una librería con los hijos e hijas, tenemos que hacer que observen notas que escribimos, tenemos que compartir lectura de recetas, de instrucciones de aparatos, de ofertas del supermercado, etc.
De hecho, cualquier momento, también en la calle, es apto para ejercitar la lectura inicial, cualquier letrero, línea de metro, información, el que sea, todo nos sirve. El exercitació ayuda a estimular la comprensión si tenemos un contexto real y significativo, si no, volvemos a hablar de la técnica sin sentido que decíamos al principio.
Es también relevante pensar en la importancia que tiene leer o explicar historias, porque a través de esta actividad estimulamos un mecanismo afectivo, interiorizamos un esquema narrativo, favorecemos la familiarización con lenguaje propio de la escritura y la literatura, estimulamos el desarrollo de la imaginación, etc..
La campaña «Las famílias, aliadas de la lectura» quiere promover este rol familiar. ¿De qué manera??
Básicamente, el que se pretende es empoderar las familias. A menudo nos explican que no se sienten valientes o que no tienen los recursos que hacen falta para poder hacer este acompañamiento con seguridad, y el que busca esta campaña es precisamente facilitar estas herramientas y proporcionar esta firmeza.
La campaña consta de tres sesiones diferentes: la primera trata el tema de por qué leer en familia y está pensada para transmitir confianza; la segunda es sobre el acompañamiento en sí mismo y los proporciona los recursos que los puedan faltar; y la tercera es una recapitulación y reflexión para compartir las experiencias sobre que se ha aprendido. Ahora bien, esto no quiere decir que forzosamente se tengan que hacer las tres, pero sí que es interesante como programa poderlas conocer y participar.
¿Cuál es el papel que tienen las formadoras en estos talleres?
Tenemos la suerte de haber podido confeccionar un equipo de formadoras muy variado y competente para poder alcanzar todo el territorio. Nuestro trabajo principal es hacer que las familias se sientan bien, compartan reflexiones y adquieran firmeza en la hora de ofrecer sus habilidades en el proceso de acompañamiento lector de los niños. Para poderlo hacer, los prepararemos un entorno cómodo y confortable, dinamizaremos las sesiones y conduciremos las actividades propuestas, además de hacer un cierre reflexivo en cada sesión para valorar qué se lleva cada familia.
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Con tu acompañamiento contribuirás a la mejora de la comprensión lectora de un niño. Porque un niño que entiende lo que lee, ¡comprende mejor la vida!
Contigo y el programa Lecxit creerá en todo su potencial y vivirá una experiencia de aprendizaje apasionante.
No necesitas tener ninguna formación específica, sólo disponer de una hora a la semana y ganas de transmitir la pasión por la lectura.
Tú y tu compromiso sueldo esenciales para que los niños y niñas tengan éxito en la escuela y en la vida..
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