Un entierro año a año......
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Fin del Carnaval y el desmadre
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Tradición satírica de siglos
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Recogimiento, ayuno, connotaciones carnales
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Inicia la Cuaresma
La sardina y el arenque están estrechamente ligados a la terminación del carnaval. El último día de fiesta, "miércoles de ceniza", la tradición lleva a un cortejo fúnebre y satírico del entierro del rey Carnaval (Carnestoltes) y de la sardina, que pone fin al período de desenfreno y marca el comienzo de una época de devoción religiosa: “la Cuaresma”, los cuarenta días hasta llegar a la Semana Santa.
Esta antigua tradición se trasladó en cierto momento a las escuelas y familias, quienes salían el último día de carnaval (miércoles) a merendar a los alrededores de las poblaciones, llevando una caña con un arenque o sardina bien vestida, faldas y otras zarandajas, finalizando el ritual con su entierro.
El entierro de la sardina es el final del periodo del mundo al revés que supone el carnaval, con su transgresión de los valores vigentes, su interés por los instintos primarios, el protagonismo del pueblo llano frente a las instituciones y el predominio del caos frente al orden. Así lo pinto Francisco de Goya entre 1812 y 1819 en su óleo sobre tabla “Entierro de la sardina”
Históricamente y por períodos, el miércoles de ceniza ha sido, o es, un día de discordia y posiciones opuestas de la sociedad: entre católicos devotos, que se encaminaban al recogimiento y ayuno, también con ciertas connotaciones carnales, pues no se permitían prácticas sexuales al entrar en la abstinencia; y aquellos que seguían o siguen con las alegrías mundanas y el ritmo habitual de comidas y relaciones, sin tener en cuenta la cuaresma o las líneas de la iglesia.
Seguramente estos fueron los motivos para la prohibición de las "celebraciones carnestolescas" en nuestro país durante casi cuarenta años (el tiempo de la dictadura franquista), provocando que la celebración del Carnaval sufriera modificaciones importantes. Sin embargo, el entierro de la sardina o arenque continúa manteniéndose como parte de estas fiestas.
Recordemos el término “carnestoltes”, ya que su significado es “adiós a la carne” y si buscamos la picaresca del tema, no hace muchos días que leía: "El entierro de la sardina representaba el entierro del acto sexual que durante toda la Cuaresma no se podía realizar según mandamiento de la Iglesia. Popularmente el pene se le llamaba "la sardina", "la tita", "el bicho" "el gorrión", "la flauta" o "Joan Petit". ¡Después hacemos cantar el Joan Petit a nuestros hijos!!!
Sea como sea la historia, lo más importante de esta tradición, son las vivencias y experiencias de los pequeños, de nuestros hijos, sentirlos más felices, compartiendo con compañeros y compañeras estos momentos de cada año.