Unos momentos de nuestra historia......
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Desde el año 1702 al 1716
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Alrededor del once de septiembre
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Efeméride
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Contexto político internacional del siglo XVIII
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Posición catalana ante la guerra
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Tratado de Utrecht
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Asedio de Barcelona
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Consecuencias de la derrota
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Reconocimiento legal actual
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Estatuto de autonomía de Cataluña
La Fiesta Nacional de Cataluña (Diada), es un buen día para repasar unos momentos de nuestra historia, la de Cataluña y los motivos de esta celebración que hacemos el once de septiembre.
El 11 de septiembre de 1714 marcó el fin de la Guerra de Sucesión en Cataluña y el arranque de una época en la que se perdieron las libertades seculares.
El Día Nacional de Cataluña recuerda la derrota y la pérdida de libertades, en una jornada, el Once de Septiembre, para la reivindicación y la resistencia activa frente la opresión.
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Efeméride
El 11 de septiembre de 1714 marcó el fin de la lucha en el Principado y el arranque de una época en la que se perdieron las libertades seculares. Europa salía entonces de uno de los conflictos bélicos más importantes de su historia, la Guerra de Sucesión española, en la que Cataluña había jugado un papel protagonista.
El Día Nacional de Cataluña (Diada) recuerda la derrota y la pérdida de libertades, en una jornada, el 11 de septiembre, para la reivindicación y la resistencia activa frente a la opresión.
La última ciudad en capitular fue la villa de Cardona, el 18 de septiembre de 1714, siguiendo las condiciones de la rendición de Barcelona, que lo hizo el 11 de septiembre.
Context polític internacional del segle XVIII
En 1714 Cataluña estaba inmersa en la Guerra de Sucesión española, que se libraba por el trono hispánico. En 1700 murió Carlos II de España sin descendencia y se presentaron dos aspirantes a la Corona: por un lado, el duque Felipe de Borbón, y por otro, el archiduque Carlos de Habsburgo, miembros de las dinastías más poderosas de la época.
Contra la amenaza que significaría una posible unión entre Francia y España en la persona de Felipe, Inglaterra, Holanda y el Sacro Imperio Romano crearon una coalición, la Gran Alianza de La Haya, que declaró la guerra a los Borbones en 1702. En España, el contencioso adquirió carácter de guerra civil, ya que los partidarios de ambos candidatos estaban repartidos por todo el territorio: los felipistas o borbónicos estaban mayoritariamente en la Corona de Castilla (Castilla, Andalucía y el noroeste de la Península Ibérica), y los austracistas estaban en la Corona de Aragón (Reino de Aragón, Principado de Cataluña, Reino de Valencia y Reino de Mallorca).
Posición catalana frente a la guerra
Cataluña temía que una monarquía encabezada por Felipe V, de talante absolutista, topara con la organización política catalana, de corte parlamentario y pactista. Además, los comerciantes del país aspiraban a desarrollar un capitalismo comercial inspirado en el modelo holandés, que se sustentaba en una base republicana. Estos sectores querían usar las Constituciones y las instituciones catalanas, como las Cortes, la Generalitat y el Consejo de Ciento, para impulsar su proyecto.
Sin embargo, Cataluña se mantuvo leal a Felipe V hasta el año 1705, cuando la actuación hostil de los representantes reales causó el malestar del pueblo y las autoridades del Principado. Una representación de prohombres catalanes firmó en Génova un pacto con Inglaterra por el que, a cambio del respeto hacia sus leyes, se comprometían a facilitar el desembarco de tropas de la Gran Alianza en la costa catalana. Efectuada esta operación, los jefes borbónicos fueron expulsados y el archiduque Carlos, ya con el nombre de Carlos III, estableció su corte en Barcelona.
El empuje aliado, sin embargo, fue breve. Mientras en Europa sus armas lograban victorias, en la Península Ibérica no lograron ningún éxito rotundo. Por el contrario, el triunfo borbónico en la batalla de Almansa, el 25 de abril de 1707, permitió la conquista de Valencia y de Aragón, la supresión de sus fueros y el inicio de la invasión de Cataluña..
Sabías que...
En Cataluña, el archiduque Carlos se conocía con el nombre de Carlos III, pero finalmente fue coronado como emperador Carlos VI del Sacro Imperio Romano Germánico.
Tratado de Utrecht
En 1711 murió sin descendencia el emperador austriaco, hermano de Carlos III. Este se dirigió a Viena para asumir la corona imperial, y el juego de alianzas se resintió. No era conveniente una unión de los tronos español e imperial en una sola persona. Eso y el agotamiento económico de los contendientes llevaron a unas conversaciones de paz en las que, a cambio de conservar el trono, Felipe V cedió territorios y privilegios comerciales, sobre todo a favor de los británicos, pero sin olvidar el agravio que, según él, habían cometido los catalanes al sublevarse contra él.
Con estas condiciones, se firmó el Tratado de Utrecht en abril de 1713, que cerraba la guerra e ignoraba las libertades de Cataluña pese al afán de los embajadores catalanes para hacerse oír en las negociaciones. Las garantías del Pacto de Génova se habían desvanecido.
Sabías que...
Gracias a este tratado Inglaterra conservó la isla de Menorca y Gibraltar, Federico Guillermo obtuvo el reconocimiento del título de rey de Prusia, y Saboya recibió una parte del Milanesado y la isla de Sicilia, que más tarde cambió a Austria por Cerdeña (Tratado de Londres).
Asedio de Barcelona
En junio de 1713, después del tratado que terminó con la guerra en Castilla, la Junta de Brazos, el organismo superior convocado por la Generalitat y equivalente a unas Cortes, proclamó la resistencia armada contra los borbónicos, a pesar de la retirada de las tropas aliadas y la traición de Inglaterra. La defensa de la ciudad quedó en manos de una fuerza armada no profesional formada por organizaciones gremiales y de artistas, la Coronela, de la que Rafael Casanova fue el comandante en jefe.
Cataluña no disponía de un ejército, por lo que los ciudadanos fueron los que se implicaron en la defensa de Barcelona, lo que era una consecuencia del modelo político de la ciudad, en la que los sectores populares también participaban en los órganos de gobierno del Consejo de Ciento a través de las organizaciones gremiales y de artistas. Los ciudadanos pidieron la llamada a las armas para poder defender sus derechos. Así pues, el ingreso a la Coronela era percibido como un deber cívico de los ciudadanos, inherente al ejercicio de sus derechos políticos. El abandono de las autoridades reales y los ejércitos aliados hizo recaer la resistencia de la ciudad exclusivamente en las instituciones catalanas, que recurrieron a la movilización ciudadana apelando a la defensa de los derechos y las leyes propias de los catalanes.
La última fase del conflicto se centró en el sitio de Barcelona, entre julio de 1713 y septiembre de 1714, que captó la atención de todo el continente. La ciudad fue defendida por las compañías creadas por los gremios, bajo las órdenes de Antonio Villarroel y Rafael Casanova.
El asalto definitivo a la ciudad se produjo el 11 de septiembre, cuando las tropas borbónicas atacaron los puntos donde la muralla estaba más deteriorada, entre los baluartes del Portal Nuevo, Santa Clara y Levante. Casanova lideró el contraataque y fue herido. Por su parte, Villarroel contraatacó en la plaza del Born pero también fue gravemente herido. Por la tarde, Barcelona capituló.
Sabías que...
La Coronela era la fuerza armada del municipio de Barcelona, con fines defensivos. Formada por artistas y artesanos, se organizaba en compañías y se encargaba de la defensa de la ciudad con el privilegio militar de custodiar los portales y murallas.
Consecuencias de la derrota
La derrota de 1714 tuvo consecuencias que afectaron a todos. Los Decretos de Nueva Planta, el conjunto de reglas promulgadas por Felipe V tras la guerra para implantar el absolutismo en sus dominios, significaron la abolición de las constituciones y de las instituciones propias catalanas con la intención de amoldar los territorios de la monarquía hispánica a las leyes de Castilla.
Los catalanes perdieron derechos seculares como las garantías procesales, mediante las cuales nadie podía ser encarcelado sin el expreso mandato del juez y se aseguraba que todo el mundo tuviera acceso a la justicia. También fue suprimido el derecho que permitía que el daño que provocara un empleado público a un ciudadano fuera inmediatamente reparado, y la legislación a propósito de la inviolabilidad del domicilio y de la correspondencia.
En conclusión, los Decretos de Nueva Planta supusieron para Cataluña la pérdida del control económico, fiscal, judicial, aduanero y monetario, y de una capacidad legislativa tradicionalmente avanzada a su época. Las secuelas aún se perciben en ámbitos como el cultural, ya que fue entonces cuando la lengua castellana pasó a ser oficial y obligatoria en la Administración y en la judicatura, y el fiscal, dado que el país no ha vuelto a tener en este aspecto la soberanía anterior a los citados decretos.
Por otra parte, después del sitio borbónico, los vencedores decidieron levantar una fortaleza para controlar a la población de Barcelona. La construcción de la Ciudadela provocó más destrucción en la zona más dinámica de la ciudad, el barrio de la Ribera, que la causada por los meses de asedio. El 1 de marzo de 1716 se colocó la primera piedra de la Ciudadela.
Sabías que...
De la estructura original de la Ciudadela actualmente sólo se conservan tres edificios: el arsenal, sede del Parlamento de Cataluña, la capilla, que ahora es una parroquia militar, y la casa del gobernador militar, convertida en un instituto de educación secundaria.
Reconocimiento legal actual
La Diada del Once de Septiembre fue declarada como el Día Nacional de Cataluña en 1980, con la recuperación de la democracia. La oficialización de la declaración se hizo mediante la primera ley promulgada por el Parlamento de Cataluña restaurado en el año 1980.
El primer acto de conmemoración de la Diada fue una misa oficiada en la parroquia de Santa María del Mar de Barcelona, en honor a los mártires muertos, que se celebró el 11 de septiembre de 1886..
Estatuto de autonomía de Cataluña
Asimismo, el Estatuto de autonomía de Cataluña del año 2006 establece en su artículo 8, cuáles son los símbolos nacionales de Cataluña. Símbolos de Cataluña:
1. Cataluña, definida como nacionalidad en el artículo 1, tiene como símbolos nacionales la bandera, la fiesta(Diada) y el himno.
2. La bandera de Cataluña es la tradicional de cuatro barras rojas en fondo amarillo y tiene que ser presente en los edificios públicos y en los actos oficiales que tengan lugar en Cataluña.
3. La fiesta (Diada) de Cataluña es la Fiesta del Once de Septiembre.
4. El himno de Cataluña es Els Segadors.
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Imagen-portada: Cartel - diseño Redacción Capital2020
Fuentes e Imágenes: Generalitat de Catalunya