En el Vendrell saldrán a las 22:00 horas
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Realizando la actividad tradicional con más de 200 años
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Después de dos años de ausencia por la pandemia
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Lo harán desde la Plaza Vella
El origen de esta tradición es legendaria. Según esta......, Poncio Pilato envió una guarnición de legionarios la misma noche de la muerte de Jesús para comprobar si, tal como el Mesías había dicho, resucitaba o no. Este hecho, posteriormente querría ser recreado con los desfiles de unos hombres vestidos de soldados romanos son “los armados”.
Los grupos de armados tienen unos denominadores comunes de vestuario, como son el casco dorado, la coraza, las capas rojas y las sandalias. Ahora bien, el que distingue unos armados otros son principalmente el material del cual están hechos. Otro hecho común es la distinción de los cargos, sobre todo mediante el casco.
Los armados del Vendrell pican la lanza a tierra -siempre al ritmo de la percusión- que marcan sus tambores, mientras andan al paso así como las diferentes exhibiciones de maniobras de la tropa, llamadas figuras o cuadros, en que se destaca la perfecta sincronía de todos los componentes.
Los Armados del Vendrell han acontecido, hoy en día, toda una institución, ciertamente singular dentro del área penedesense, con actividad desde hace más de doscientos años.
Procesión del Silencio 2022
El Vendrell volverá a vivir este 2022 una Semana Santa llena de actas parroquiales y de fervor religioso, y los Armados su parto de esta respetuosa festividad.
Esta agrupación impulsa la procesión del silencio que se realiza el Viernes Santo a las diez del anochecer por las calles del centro de la villa.
El circuito de hoy es: Plaza Vella, calle Peix, calle Prat de la Riba, calle dels Cafés, calle Montserrat, calle Sant Magí, calle de La Pau, calle Andreu Nin, calle Progreso, calle de Santa Anna, calle de La Muralla, calle de La Carnicería hasta de nuevo en su punto de inicio en la Plaza Vella.
Los últimos 31 años
Desde el año 1991, año en que se recuperaron los Armados, han participado en todas las procesiones del Silencio de los Viernes Santo en el Vendrell (cuando la climatología lo ha permitido). Esta procesión empieza a las 10 del anochecer (22:00h) y, previamente, la tropa queda formada ante la Iglesia, a punto para encabezar la procesión.
Al finalizar el acto litúrgico, hacen una exhibición especial en la plaza Vieja, donde un numeroso público cada año ya la espera atenta.
En estos treinta y uno años de los Armados por parte de los Pastorcillos del Vendrell, han pasado por la tropa ciento veintidós personas, pero solo ha habido ocho capitanes Manaies: Jesús Trayner, Jordi Urgell, Lluís Mañas, Sergi González, Jaume Lluís Vallès, Pep Ferré, Ton Llevadias y Carles Guasch.
Breves de la historia
La actividad del cuerpo parece que continuó durante todo el siglo XIX, la pandilla estaba integrada por doce soldados, el capitán Mandamases y un timbaler que lo acompañaba rítmicamente. A finales de siglo, los encontramos vinculados a la Cofradía del Santísimo Sacramento o de Minerva, que tiene a cargo sienta la organización de la procesión del Santo Entierro.
Desde finales del siglo XIX hasta las primeras décadas del siglo XX, la pandilla está a manos de diferentes particulares, algunos con ciertos vínculos personales con la asociación religiosa.
La colla estaba integrada casi toda por gente de las clases más populares de la villa, que recibían una prestación económica para hacer de armado. El Ayuntamiento se hacía cargo de esta prestación, mediante la consignación de una subvención, costumbre que se suprime a principios del siglo XX y se sustituye por la tradicional levadura de mesa o por la captación pública de los armados por las casas del vecindario.
Su presencia en la procesión y en la recogida y retorno del Misterio Eccehomo, dependiente de los Armados, y es constante hasta el inicio de la etapa republicana.
Después de la Guerra Civil, con la pérdida del vestuario, de los enseres y del Misterio, los Armados del Vendrell no reaparecen hasta la Semana Santa del año 1954. La recuperación fue posible gracias a la suscripción popular con un nuevo diseño del vestuario por parte del Sr. Josep M. Vado, que todo el mundo pudo ver expuesto al escaparate de Cal Mumbru, en la plaza Nueva. Presentada la propuesta al rector, se pidió a varios jóvenes de la Congregación Mariana que participaran. Forman la pandilla seis soldados y el capitán Mandamases y el año siguiente se añaden dos soldados más. La tropa solo participaba en la Procesión del Silencio de Viernes Santo, acompañada al sonido de un tamborilero, el Sr. Josep Sonet, que iba vestido de paisano.
Así mismo, se recupera la Guardia al Monumento durante la fiesta de Jueves Santo.
Desde el año 1956 hasta finales de los años sesenta, fueron diferentes los Mandamases que capitanearon la formación, entre otros: Josep Ruart, Jesús Trayner, Joan Milà (Miquelot), Joan Güixens (Potis), Jaume Díaz, Jaume Pau Cañas, etc.
Durante los años setenta y ochenta la tropa sale muy esporádicamente y, en muy pocas ocasiones, mostrando un declive importante. Los responsables de poner a punto el vestuario y enseres eran Joan Carles Guitart y Jordi Urgell.
A finales de los años ochenta está en manos del grupo denominado Los Cascantes. Los últimos años de esta década ya se patentiza cierta intermitencia en las salidas, que acaba en 1990, cuando a la Procesión del Silencio de este año, a causa de la no comparecencia de diferentes miembros del grupo en la hora de vestirse, los que quedan deciden no salir.
Ante el peligro que suponía la no continuidad y desaparición definitiva de los Armados atendida la problemática existente, el mismo Viernes Santo, al acabar la Procesión, cuatro miembros de la Junta de los Pastorets: Pep Bargalló, Jordi Urgell, Jesús Trayner y Ton Llevadias, se pusieron en contacto con el rector de la parroquia, padre Josep M. Barenys, para ofrecerle la colaboración de la entidad para hacerse cargo del Grupo de Armados del Vendrell y velar por la organización, mantenimiento, conservación y potenciación de los Armados, los cuales pasarían a formar parte de la entidad como una sección más. Padre Barenys dio su consentimiento sin ningún impedimento, al contrario, dio las gracias a los Pastorcillos por esta iniciativa tan acertada y positiva para la parroquia de San Salvador.
En 1991, salieron los ocho armados y el capitán Manaies, acompañados de cinco timbaleros y un bombo. Los componentes de la percusión iban vestidos de paisano.