“La gran pregunta que nunca ha sido contestada y a la cual todavía no he podido responder, a pesar de mis treinta años de investigación del alma femenina, es ¿Qué quiere una mujer?”
Sigmund Freud
No pretendo con esta reflexión responder la pregunta que se hace un médico investigador como Sigmund Freud, pero aportaré algunas ideas comentando lo expresado por ciertos hombres desde el pasado hasta nuestros días.
Se cuenta que Theodor Bischoff, famoso anatomista alemán del siglo XIX, tras decenas de años investigando el cerebro humano, llegó a la conclusión de que el cerebro del hombre era superior al de la mujer porque su cerebro pesaba más. El cerebro del hombre tenía una media de 1,35 kg, y el de la mujer 1,25 kg. Cuando murió su cerebro fue donado a la investigación, entonces, se pudo descubrir que su cerebro pesaba solo 1,24 kg. Sobran los comentarios.
Ahora, en pleno siglo XXI, en la “civilizada Europa” en el Parlamento de la Unión Europea, un euro-diputado polaco expresó en un pleno, más o menos, que la mujer era inferior y que no merecía ganar igual salario que los hombres. Si a esto sumamos las estadísticas de feminicidios en España (un porcentaje de entre dos y tres mujeres cada semana), por citar un ejemplo, éstas hablan por sí solas de las barbaries del siglo XXI.
Estos dos ejemplos históricos evidencian la estupidez de algunos hombres y nos dicen claramente que la mujer quiere ser valorada y respetada, exigiendo igualdad con los hombres, porque así es y lo merece.
Mi reflexión es sencilla y clara, son iguales y muchas veces mejores que los hombres, ¿será por ello que algunos las temen?
Citamos ahora a William Golding, novelista británico, cuyas expresiones sobre la mujer circulan en WhatsApp y dice así:
“Creo que las mujeres están locas si pretenden ser iguales a los hombres. Son bastante superiores y siempre lo han sido. Cualquier cosa que le des a una mujer, ella lo hará mejor. Si le das esperma, te dará un hijo. Si les das una casa, te dará un hogar. Si le das alimentos, te dará una comida. Si le das una sonrisa, te dará su corazón. Engrandece y multiplica cualquier cosa que le des. Si le das basura, ¡prepárate a recibir toneladas de excrementos!”
Con lo dicho, vemos que la mujer es más sensible, más creativa, más sacrificada por su naturaleza y responsabilidad de la maternidad. Absorbe más responsabilidades y carga que los hombres, debido a sus múltiples funciones: esposa, madre administradora del hogar, profesional y/o ejecutiva o simple trabajadora. Sabe sonreír y alegrar nuestras vidas con mil detalles y acciones diarias, con los que nos sorprenden positivamente.
Concluyo con los pensamientos de grandes personajes de la historia de la humanidad que ya lo expresaron tan bien, y con ello rindo mi reconocimiento y agradecimiento a las mujeres por todo lo que son y significan en nuestras vidas y en la historia de la humanidad, con motivo de celebrar en estas próximas fechas el Día Internacional de la Mujer.
“Llamar a la mujer el sexo débil, es una calumnia, es la injusticia del hombre hacia la mujer. Si por fuerza se entiende la fuerza bruta entonces, en verdad, la mujer es menos brutal que el hombre. Si por fuerza se entiende el poder moral, entonces la mujer es inmensamente superior”.
Mahatma Gandhi
“La mujer está donde le corresponde. Millones de años de evolución no se han equivocado, pues la naturaleza tiene la capacidad de corregir sus propios defectos”.
Albert Einstein
“La intuición de una mujer es más precisa que la certeza de un hombre”.
Rudyard Kipling
Concluyo con la siguiente reflexión:
“La mujer tiene un solo camino para superar en méritos al hombre: ser cada día más mujer.”
Ángel Ganivet (escritor)