Los Muntanyans el valor de conservar el ecosistema, dunas y marismas de Tarragona.
Los Muntanyans forma parte del espacio natural de playa de Torredembarra y Creixell, incluido dentro de la Red Natura 2000. El espacio tiene una extensión de 65,24 hectáreas de las cuales, 37,98 se encuentran dentro del término municipal de Torredembarra. Tiene una longitud de 2,2 km y una anchura que no pasa de los 200 metros.
Su principal valor es el de conservar el ecosistema, dunas y marismas (estaños de agua salubre) que ha desaparecido en buena parte de la costa catalana.
Podemos disfrutar de los Muntanyans haciendo una buena caminata de entre un hora y media y dos. Para concretar una visita guiada: Tel. 977 331 142 o al correo electrónico [email protected]
Saliendo desde Casa Bofill, siguiendo por la orilla del mar en dirección a Barcelona. A mano izquierda nos encontramos el Club Marítimo y a continuación el puente de Clarà que lleva hacia el barrio de Clarà y la Pobla de Montornès Aquí empieza la zona de dunas. Continuamos andando y a pocos metros, atravesaremos la playa en dirección al acceso que marca el tronco de señalización.
Esta entrada nos llevará a un puente de travesías de madera que separa el estaño del Sol y el estaño de Clarà. Aquí veremos la salicornia (Artrocnemum fruticosum), una planta carnosa que es la planta dominante a los estaños. Entremedias de las zonas inundables y las dunas, encontramos una zona con un suelo más plano y establo donde la planta predominante son los juncos (Juncus sp.).
Volvemos a la playa por dónde hemos venido y continuamos andando en dirección Barcelona. A unos 165 metros nos encontramos otro tronco que nos indica un nuevo acceso por donde volveremos a entrar a la zona de la marisma. Aquí podemos ver dunas más bajas a la izquierda y otras de más grandes a la derecha, con más y menos vegetación. Todas ellas se desarrollan y crecen en la misma dirección, de este a oeste, es decir, la dirección del viento de levante, el predominante a nuestra costa.
Volvemos una y otra vez a la orilla del mar. Continuamos andando en dirección Barcelona, y a unos 700 m encontraremos, a mano izquierda, unos pinos llamados Pinos de Creixell o de Casa Valent, popularmente conocidos como “los Pinos”. Justo delante de los Pinos se observan unas dunas más erosionadas donde se pueden ver las raíces del borró (Ammophila enarenaría) y otras plantas fijadoras de estos almacenes de arena.
Continuamos andando hasta la altura de otro tronco señalizador que, por un pasadizo nos llevará hasta el estaño del Salero. Aquí es donde tendremos más probabilidad de observar diferentes especies de pájaros acuáticos, como por ejemplo las gallinas de agua (Gallinula chloropus) o las fochas (Fulica atra).
Desde este punto volvemos por borde mar otra vez hacia Casa Bofill. Si paseamos en invierno, podremos ver los pájaros marinos que, durante esta estación, se encuentran en nuestra playa: gaviotas y gavilanes (Larus sp.), baldrigues (Puffinus sp.) y cuervos marinos (Phalacrocorax sp.). Si miramos la arena que pisamos, seguro que encontraremos restes animales y vegetales que el mar arrastra hasta la playa.
Entre estos restos destacan unas cintas morenas de un centímetro de anchura, y unas bolas que parecen hechas de esparto. Son los restos de una planta superior submarina (con raíces y flores), la posidonia (Posidonia oceánica) que crece formando unas praderas inmensas con una gran importancia ecológica. Las praderas de posidonia ayudan a proteger las playas de la erosión y en ellas muchos organismos animales y vegetales encuentran alimento y protección. Además, se la considera un bioindicador de la calidad de las aguas marinas costeras. Así pues, si encontramos restos de posidonia en la playa, ¡esto quiere decir que el agua está bien limpia!