¿Qué hacen los japoneses con sus hijos?
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Un buen ejemplo
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Aplicable a nuestra cultura
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No tiene dificultad
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Ayuda a nuestros hijos en los comportamientos y su futuro
Los pequeños que desde temprana edad se acostumbran a evadir sus responsabilidades, en el futuro tendrán problemas para cumplir sus metas.
Es algo difícil de reconocer, pero son cada día más los padres a los que les cuesta un gran esfuerzo que sus hijos obedezcan y realicen sus quehaceres familiares y deberes escolares.
En ocasiones resulta poco menos que imposible levantarlos temprano para ir a la escuela, o que recojan sus juguetes, tras el campo de batalla que parece que han dejado.
La frustración a veces es tan grande que muchos padres acaban por hacer el trabajo ellos mismos o recurrir a la ayuda de hermanos mayores. Sin embargo es muy importante que los padres insistan y estimulen a sus hijos de modo que asuman esas responsabilidades que irán aumentando a medida que crecen.
Numerosos estudios y expertos señalan que cuando el niño no está acostumbrado a cumplir con sus tareas desde pequeños, a medida que crezca es seguro que será una persona cada vez más irresponsables. Y es que su educación y comportamiento desde una temprana edad son lo que marcará su forma de ser en el futuro.
Es debido a ello que la disciplina de los padres japoneses es muy cuidadosa en lo que se refiere a la educación de sus hijos. Según la manera de ver la cuestión, el modo en que deben comportarse es muchas veces todavía más importante que la educación académica que recibirán en la escuela, y es justamente esta disciplina que los caracteriza y es tan poco común en occidente lo que ellos atribuyen su éxito en el mundo como sociedad.
La cultura japonesa nos sugiere unos consejos prácticos…
Asignar tareas
El propósito de esto es estimular a que los pequeños adquieran responsabilidades, asignando tareas diarias de autocuidado, según corresponda a su edad.
Para dar algunos ejemplos, los niños deberían aprender a lavarse los dientes, levantar los juguetes y no dejarlos tirados, tender la cama, dejar la ropa sucia en un lugar, lavar su propio plato después de cenar, preparar la ropa del día siguiente y por supuesto, hacer los deberes de la escuela.
Un tiempo determinado
Es importante crear rutinas. No es suficiente con que el niño sepa tender la cama si lo hace una noche o un fin de semana, debe ser un hábito diario que no le costará ningún trabajo hacerlo.
El método de que los japoneses emplean para educar correctamente a sus hijos consiste sencillamente en realizar la misma siempre a la misma hora.
De esta manera el niño irá creando rutinas y en la medida que pasen los días hará estas tareas por si solo ya que lo habrá interiorizado como un hábito.
Para empezar, los japoneses hacen que los niños hagan esa tarea durante un minuto, todos los días a la misma hora.
Pasada una o dos semanas, aumentan la actividad a cinco minutos y al mes el niño ya puede dedicarle diez minutos o más a la tarea. Con el tiempo al niño ya no le importarán los minutos que requiera terminar un oficio.
Constancia
Es imprescindible que los padres exijan a sus hijos que la tarea no sólo se haga a la misma hora sino que además sea algo constante.
Todos los días deben lavarse los dientes, tender la cama, i levantar su plato de la mesa, para afianzar la rutina.
Reconocimiento
Y cuando los niños están cumpliendo con sus tareas y haciendo las cosas bien es muy importante que los padres reconozcan sus esfuerzos.
No hace falta que siempre se les dé un premio, muchas veces basta con un sincero “gracias” o “lo has hecho muy bien” o “esta vez te ha quedado mejor que la vez anterior”, así lo recomienda el psicólogo Andrés Lasso.
Evita las frases negativas
La pedagoga Martha Cuadros, asegura que las frases negativas por parte de los padres pueden desmotivar y afectar el comportamiento general de los niños.
Evite siempre las frases como “no sirves para nada”, “no haces nada bien”, “eres tonto”. Con estas palabras muchos niños pueden quedar marcados y pensar que realmente no pueden realizar algo, cosa que afecta el desarrollo de su personalidad y el concepto que ellos tienen de sí mismos.
Son muchos los casos de jóvenes y adolescentes que piensan que no son capaces de algo ya que desde pequeños sus padres, las personas que se supone que le brindan confianza, les han dicho que no pueden hacer algo.
Los padres japoneses no gritan o levantan la voz cuando se dirigen a sus hijos ni a otras personas. Evitan siempre dar sermones o castigar físicamente.
Simplemente demuestran estar disgustados con la mirada y las entonaciones de voz. Los hijos aprenden a percibir cuando los padres no aprueban su conducta, y solo necesitaran eso para intentan corregir sus actitudes.
Hay que explicarles por qué es importante que realicen sus tareas
Los psicólogos y expertos están de acuerdo en lo importante que es para los niños que sus padres les hablen y expliquen las razones por las que deben realizar sus tareas y obligaciones. Los pequeños entenderán así la importancia de su autocuidado y el prestar ayuda a los demás.
Si se les explica, tendrán razones para cumplir con sus tareas, no solo por obedecer, sino porque hay un argumento válido que hace necesaria dicha tarea, aunque a veces les pueda resultar aburrida.
Dar ejemplo
No existe una manera mejor para enseñar a los niños que a través del buen ejemplo. Son muchos los padres que se quejan siempre por su trabajo o por las actividades hogareñas que deben realizar y esto genera un pésimo ejemplo para ellos, ya que pensarán que los quehaceres que les correspondería también causan una enorme fatiga y así les resultarán por demás agobiantes.
Incluso existen padres que reclaman que sus hijos sean ordenados, y sin embargo ellos no lo son. Un buen comienzo es que los padres ayuden a sus hijos en sus tareas y demostrarles lo importante del trabajo en equipo.
Pasar tiempo con los hijos
Algo que es muy común entre las madres japonesas es estar con sus hijos hasta los tres años, los involucran en los quehaceres domésticos que realizan mientras les hablan de lo que hicieron en el día.
Los padres también acompañan mucho a sus hijos y suelen conversar con ellos acerca de sus labores y trabajo para que se sientan parte de una familia.