Una feria que se acerca a los 1.000 años de historia....
-
27.ª Feria de Quesos Artesanos del Pirineo
-
Días 15, 16 y 17 de octubre 2021
-
En la Seu d'Urgell
La 27.ª Feria de Quesos Artesanos del Pirineo se realizará los días 15,16 y 17 de octubre 2021. El año 1048 se cita por primera vez la feria de la Seu d'Urgell, considerada la primera feria documentada que se realiza a la península Ibérica.
“Durante el tercer fin de semana del mes de octubre, la Seu d'Urgell celebra la milenaria Fira de Sant Ermengol”
La Feria de Quesos Artesanos del Pirineo acoge, en un espacio común, unos cuarenta queseros artesanos provenientes de todo el arco pirenaico, del Mediterráneo en el Atlántico y de los vertientes norte y sur de la cordillera. Los visitantes podrán encontrar quesos elaborados en los Pirineos catalanes, aragoneses, navarros, vascos y franceses.
Cada quesería dispone de un estand de exposición y degustación, y son los mismos productores quienes ofrecen sus quesos, tanto al numeroso público que año tras año visita la muestra, como a los profesionales de la distribución y la restauración de todo el país que, cada vez más, tienen la Seu d’Urgell como punto de referencia del queso artesano.
La entrada al recinto de los quesos es gratuita, y los visitantes pueden comprar un ticket de degustación con que pueden probar 5 quesos diferentes y tomar una copa de vino, un vaso de cerveza artesana o uno de agua.
En esta 27.ª edición, destaca la gran calidad y variedad de los quesos que participan en la Fira de Sant Ermengol, que se ha convertido en un escaparate inmejorable para conocer y difundir la situación y tendencias del sector quesero artesano de todo el Pirineo.
Además de la venta y degustación de los quesos, la “Feria de Quesos Artesanos del Pirineo” es el paraguas bajo el cual se desarrollan otras acciones estrechamente relacionadas con la elaboración y el consumo de quesos, como por ejemplo las jornadas técnicas, el Concurso de Quesos, las Aulas de cata y las actividades gastronómicas para los más pequeños
Historia de la Feria
El año 1048 se cita por primera vez la feria de la Seu d'Urgell, considerada la primera feria documentada a la península Ibérica. En aquel momento, la feria se celebraba por la Virgen de Agosto y regresaba en San Miguel en Septiembre. La ubicación de la ciudad, en medio del Pirineo y en un importante nudo de comunicaciones, es fundamental para entender este dinamismo económico en el siglo XI. Ya unos años antes de la feria se encuentra documentado también el mercado de la ciudad.
No sabemos en qué momento se empezó a celebrar la feria por Todos Santos. El año 1370, para evitar la coincidencia de fechas con la de Puigcerdà, que también empezaba por Todos Santos, el rey Pedro el Ceremonioso autorizó que la feria de la Sede se iniciara por San Simón y San Judas, el 27 de octubre, fue una fecha y una denominación que se acabarían consolidando.
El interés para mantener y promover las ferias se mantuvo durante siglos. El 1452 el rey Alfonso el Magnánimo concedió un privilegio para hacer la feria dos veces el año, con una duración de ocho días, después de Pascua y después de San Juan respectivamente. Más adelante, en las Cortes de Montó de 1542, se obtuvo un nuevo privilegio del Emperador Carlos para celebrar dos ferias durante ocho días cada una, una en Carnaval y otra nuevamente en San Simón y San Judas.
Parece que durante siglos se mantuvieron las dos ferias, en la primavera y en otoño. El 1862, la nueva feria de ganado que se celebraba el primer domingo de Cuaresma se trasladó a la cabecera del Paseo en lugar del espacio Ferial, puesto que era un lugar más céntrico, a pesar de que el 1915 se acordó celebrarla nuevamente en el Ferial. En todo caso, la feria de otoño se mantuvo, y la proximidad de las fechas hizo que se conociera con el nombre de Fira de Sant Ermengol, patrón del obispado, la festividad del cual se celebra el 3 de noviembre. El dicho popular mantiene viva esta denominación: “Per Sant Ermengol, la fira es mou” (por San Ermengol, la feria se mueve!”.
El progresivo cambio económico del entorno urgelense, con un peso cada vez más claro del sector terciario en sustitución del tradicional sector agrario y ganadero, provocó un cambio importante en la concepción de la feria a finales del siglo XX.
Sin dejar de lado un notable peso de la venta ambulante, en 1995 se celebró la 1ª Feria de Quesos Artesanos del Pirineo. Una iniciativa y un formato, con concursos, venta y degustación, que se ha consolidado extraordinariamente y ha convertido la Fira de Sant Ermengol en un referente para el mundo del queso artesano de nuestro país
Feria milenaria
Las siguientes imágenes corresponden al Archivo capitular de Urgell donde aparecen los documentos originales que hacen referencia a la fecha de creación de la Fira de Sant Ermengol, denominada entonces “feria de Santa Maria”. Este escrito, datado del año 1048, convierte a la Feria documentada más antigua de la península Ibérica.
En el texto ampliado se puede leer: “homines quién venerint ad feriamos Sante Madre”, que significa “hombres que han venido a la Feria de Santa Maria”. A continuación se presentan las páginas originales donde aparece la cita mencionada y los privilegios citados anteriormente.
Archivo Capitular de Urgell, 4 de abril de 1048, Liber dotaliorum Y, fol.27 v. doc. 42
Ampliación del Archivo Capitular de Urgell, 4 de abril de 1048, Liber dotaliorum Y, fol.27 v. doc. 42
Datado el 1452 del rey Alfonso el Magnánimo que concedía poder realizar la feria dos veces el año durante 8 días.
Diez años después durante las Cortes de Motó de 1542 se obtuvo el otro privilegio del Emperador Carlos
para celebrar dos ferias más, una en Carnaval y otra nuevamente por San Simón y San Judas.