Tanto en Cataluña, como España, incluso en la Comunidad Europea, tenemos día a día noticias o sentimos a los políticos hablar de los buenos síntomas de la economía, el futuro de esta, que en definitiva es parte de nuestra vida. Pero siempre nos queda la duda si vamos al ritmo del mundo y nuestro futuro, si el de los hijos o nietos será así.