Más de 150 términos publicados en “Termcat-Terminología de la sexualidad y el erotismo”

Hace pocos días, leía un artículo que hace tiempo escribió Mónica Rovira, que me llevó a un espacio que desconocía tras tener tantos años en contacto con el léxico latinoamericano, y diría que Incluso quedé sorprendido de la variedad de términos o motes hoy utilizados en catalán, y que han sido recogidos por el "TERMCAT". No son pocos......, son más de 150, que se han publicado en "Terminología de la sexualidad y el erotismo". Después de una muestra de estas expresiones, os invito a dar un paseo por el erotismo y la sexualidad concentrados en el MEB de Barcelona.

¿Deseas saber más?

"Quedamos para hacer un poco de lingam i doni?". Calma. Si tu amante te envía este mensaje, no te está hablando en sueco, sino que pretende hacer un sueco y para calentar motores te está tentando a través del sexting. Simplemente quiere quedarse para que le hagas, y hacerte un masaje tántrico en los genitales. O sea que, aunque sepas que mañana te espera una resaca sexual descomunal, quítate el tapón anal, coge el zentai i el godomaci y dile que empiece a preparar el columpio del amor que dentro de un cuarto temprano estarás allí para satisfacer todos sus anhelos. Hasta el kokigami, si es necesario -sí, tal cual lo lees: envolver el pene con un disfraz de papel-.

Comprendo que no estés familiarizado con esta tipología de palabras, tienes todo el derecho, ningún humano conoce todas y cada una de las producciones lingüísticas generadas en ámbitos especializados. No porque te sepas todas las 150 palabras que el TERMCAT ha publicado en Terminología de la sexualidad y el erotismo tendrás la capacidad de hacer brotar una hembra -en el sentido de que una vagina estimulada eyacule cantidades ingentes de líquido- con un abrir y cerrar de ojos, evidentemente, pero siempre es bueno ser consciente de la riqueza de nuestra lengua.

Hablar sucio en la intimidad es fantástico, pero de cara al público no está de más utilizar un lenguaje algo más elaborado, más sutil, al menos. Contempla la diferencia entre estas dos oraciones: "La sitofília me provoca una respuesta sensorial meridiana autónoma" o "restregarme coles de Bruselas por el clítoris me pone caliente". Capisses por donde voy, ¿no?

El diccionario de la sexualidad que el “TERMCAT” ha revelado hace un par de años, y que forma parte de la colección “Diccionarios en Línea”, contiene terminología básica de ámbito sexual con su correspondiente definición en catalán, la equivalencia en castellano e inglés y, en casos concretos, alguna aclaración conceptual. En efecto, es una herramienta realmente útil lingüísticamente hablando, pero aún lo es más para normalizar y dar voz a realidades menos conocidas para la sociedad: identidades de género, orientaciones y prácticas sexuales o tendencias que no se adaptan a los estereotipos más comunes.

Hay quien tiene un sistema de pensamiento basado en el binarismo de género de la misma manera que hay quien rechaza identificarse con un hombre, con una mujer o con una orientación sexual específica (queer); hay quien tiene identidad sexual, hay quien no; hay personas anti-sexo; hay quien prefiere tener una relación abierta, hay, en cambio, quién no contempla esta posibilidad y quiere tener una relación cerrada; hay bicuriosos, alosexuales, asexuales, demisexuales, monosexuales, omnisexuales, heterosexuales, pansexuales y muchos -sexual más. Y todas y cada una de estas identidades es igual de respetable.

Lo que quizás no es tan respetable, y eso también nos lo clarifica este nuevo diccionario con una nitidez impecable, son algunos comportamientos sociales. Puede resultar revelador para algunos saber que la agresión profiláctica, el acoso, la extorsión sexual y la pornovenganza son delito, por ejemplo. Otro público que también se puede sentir atraído por este nuevo glosario es el que fantasea constantemente en que le hagan una sentada en la cara, una garganta vibrante, al hacer cruising, una mamilinció o un buen masaje japonés tras la cunnilicció. O, ¿qué demonios, a todo el mundo le puede parecer atractivo saber que la manera inesperada con la que su expareja abandonó sin ningún tipo de explicación mínimamente coherente tiene un nombre: ruptura a la francesa.

Sean cuales sean tus inquietudes, tus deseos vehementes, tu orientación o tus tendencias, este diccionario está a tu disposición para instruirte, para que puedas curiosear los gustos ajenos y para que no te sientas tan discriminado. Es cierto, tal vez 150 palabras son pocas, no nos engañemos: no es justo, por ejemplo, excluir otros términos de uso habitual como coprofilia, emetofília, hemotigolagnia, oclofília o tafefília.

Sin embargo, hay que celebrar que por fin tengamos, dentro de nuestro léxico, vocablos que designan prácticas que hasta hace poco sólo podíamos mencionar en lenguas extranjeras; por fortuna nuestra, ya nos podemos sacar de la boca palabras tan malsonantes como beso negro o squirting.

Ahora, vamos al palacio del erotismo y la sexualidad….

Estoy seguro que aprovechando esta temática, puedo sugerir pasear por las Ramblas de Barcelona y realizar una visita a un interesante, curioso y controvertido espacio, me refiero al Museo Erótico de Barcelona.

Es el primer museo de arte y cultura erótica donde podemos contemplar el desarrollo del erotismo a través de diversos ámbitos artísticos y culturales del ser humano desde un punto de vista antropológico, arqueológico y literario, entre otros.

El fondo artístico del Museo de la Erótica consta de más de 800 piezas de gran valor historiográfico que comprenden un amplio abanico de culturas en su expresión más erótica, tanto desde un punto de vista ritual y religioso como de carácter lúdico, y abarcan varios períodos de nuestra historia, desde las épocas de la Grecia y Roma clásicas hasta 1920.

Su recorrido fascinante a lo largo de la historia del erotismo te confirmará como la sexualidad humana ha sido fuente de inspiración, representado de forma explícita como implícita en función de las diferentes culturas o de los códigos de conducta que han marcado las diferentes sociedades y momentos históricos. Pintura, fotografía, escultura y las invenciones más sorprendentes a lo largo de 14 salas del MEB.

¿El mejor final para un viaje tan excitante ?: El jardín erótico.